Cuando en una historia, la amistad y lealtad crean un lazo más fuerte y verdadero que los lazos sanguíneos, creo que promete ser muy intensa. Si además sumamos a esto un gran amor no resuelto... Esto si que promete.
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Ahora, estaban los tres amigos reunidos nuevamente, frente a una situación que no esperaban.
La muerte de un pariente rico, quien fue padrino de los tres amigos, los reunía para enfrentarse a los deseos del anciano en su testamento. Por deseo de el, heredaría sus viñedos el primero de ellos que se casara...
Como sí fuera un juego, Celia propone viajar a Las Vegas y que quien consiga casarse logrará recibir la herencia. Todo parte como un pequeño desafío, sin darse cuenta que estaban jugando con fuego.
Álvaro no había olvidado a Celia y ella tampoco a el, pero las dudas y falta de confianza habían provocado que estuvieran separados.
Nico decide no incluirse en el juego y deja a sus dos amigos en la carrera del matrimonio express de Las Vegas, ocultando un secreto deseo.
Celia y Álvaro van dispuestos a jugar, lo que no saben es lo que provocará en ambos este juego, ni tampoco hasta que punto el juego les jugará una pasada.
Celos, confusión y dudas se conjugan en esta historia logrando que Celia y Álvaro no sean capaces de ver lo que es evidente.
La vida da muchas sorpresas a estos amigos y ninguno imagina la sorpresa que les tiene preparada el destino.
¿ quien logrará conseguir el certificado de matrimonio?, ¿ Nico estará realmente fuera del juego?...
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Una historia entretenida, liviana y con muchos sentimientos.
En esta historia además descubrimos la apasionante historia de Susana, hermana de Celia y Javier, el jefe de policía del pueblo. Estos personajes aportan frescura y fuerza en el desarrollo de su historia como pareja.
Me encantó que siempre los valores de la amistad , el gran valor de la familia y profundos sentimientos prevalezcan siempre.
Muy buen trabajo de Olivia Ardey, nuevamente me ha encantado con sus líneas.
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